Diane Vasquez se encontraba en su casa en el noreste de El Paso en 2011 cuando una fuga de gas no detectada en el garaje provocó una explosión que envió llamas a través de las ventilas de la vivienda, destruyendo su hogar y cambiando su vida para siempre.
Vasquez fue rescatada por un vecino que escuchó la explosión y entró rápidamente para salvarla.
“Nunca sentí dolor. Entré en shock cuando explotó la casa. Justo estaba frente a la ventilación en mi recámara”, recordó Vasquez.
El hijo de Vasquez y su novia también se encontraban dentro de la casa en el momento del incendio. Fueron trasladados al William Beaumont Army Medical Center y al University Medical Center of El Paso para recibir atención médica. Los tres sufrieron inhalación de humo, además de quemaduras de segundo o tercer grado.
En ese momento, El Paso no contaba con un programa especializado en atención a quemaduras, lo que significaba que los pacientes debían ser estabilizados en hospitales locales antes de ser trasladados por vía aérea a hospitales fuera de la ciudad para recibir atención especializada.
En el caso de Vasquez, fue trasladada en helicóptero a un hospital en Lubbock, donde, según relató, fue sometida a al menos 23 cirugías y enfrentó una larga recuperación lejos de casa.
“Durante una de esas cirugías, me perdieron una vez en la mesa de operaciones”, recordó. “Me pusieron en cuidados paliativos y les dijeron a mis hijos que podía morir en cualquier momento, pero tres días después desperté y aquí sigo”.
Catorce años después, Vasquez continúa trabajando en su recuperación, pero ahora puede hacerlo en El Paso, con el apoyo de su familia.
Aunque sus cicatrices han sanado, aún enfrenta muchos retos derivados del incendio, incluida la pérdida de sus extremidades.
Como parte de su proceso para recuperar movilidad, ha recibido rehabilitación en la Clínica Noreste del UMC con el apoyo del terapeuta ocupacional del UMC, Jesús Delgado.
Recientemente, ambos viajaron a Ohio para reunirse con un proveedor de prótesis y ajustar prótesis mioeléctricas avanzadas para Vasquez.
“Me enseñaron a pelar una manzana, cosas básicas”, comentó Vasquez. “También me están haciendo un par de palos de golf; el golf siempre ha sido una de mis grandes pasiones”.
Delgado señaló que ha sido inspirado por la fortaleza de Vasquez mientras aprende a realizar tareas cotidianas con sus prótesis, como limpiar y trabajar en el jardín.
“Ser parte del camino de Diane me ha mostrado la increíble resiliencia del espíritu humano. Cada paso que damos juntos, desde la terapia hasta aprender a usar sus prótesis, es una victoria sobre el trauma y la pérdida. No se trata solo de sanación física; se trata de recuperar la independencia y la esperanza. Eso es lo que hace que este trabajo sea tan significativo”, expresó Delgado.
Tras vivir en carne propia las dificultades de tener que salir de la ciudad para recibir tratamiento, Vasquez se siente orgullosa de los avances que se están logrando en su comunidad para llevar atención especializada en quemaduras a la región de El Paso.
En noviembre de 2024, los votantes de El Paso aprobaron la iniciativa de bonos del UMC por 396.6 millones de dólares para atender necesidades urgentes de atención médica en toda la región. De ese total, 24.5 millones de dólares están destinados al diseño, construcción y equipamiento de un Centro de Atención a Quemaduras, que contará con dos quirófanos especializados y habitaciones de hospitalización diseñadas específicamente con sistemas avanzados de control de temperatura e infecciones.
El nuevo Centro de Atención a Quemaduras del UMC atenderá una necesidad crítica. Actualmente, el UMC trata a más de 100 pacientes con quemaduras cada año, muchos de los cuales no pueden ser trasladados debido a la falta de capacidad en centros especializados lejanos. Hoy en día, el centro especializado en quemaduras más cercano a El Paso se encuentra a más de 300 millas de distancia, en Lubbock.
“No todos pueden ser trasladados en helicóptero. Es muy costoso. Tener a tu familia cerca te ayuda a recuperarte más rápido. Todos necesitamos ese apoyo”, afirmó Vasquez.
Ubicado junto al único Centro de Trauma Nivel I de la región, el Centro de Atención a Quemaduras del UMC se integrará de manera directa con los sistemas de emergencia existentes, permitiendo que, cuando los accidentes involucren múltiples lesiones, los pacientes reciban atención coordinada en un solo lugar, en lugar de ser tratados en instalaciones separadas.
Más recientemente, el UMC y Texas Tech anunciaron la incorporación de un cirujano de quemaduras y trauma de reconocimiento nacional para liderar el primer Centro de Atención a Quemaduras especializado de la región en el UMC.
Philip E. Fidler, M.D., FACS, aporta décadas de experiencia clínica a su nuevo cargo. Anteriormente se desempeñó como director médico en varios centros de quemaduras de prestigio, incluido el Andrew J. Panettieri Burn Center en Connecticut. También ha ocupado cargos académicos en instituciones reconocidas como la Escuela de Medicina de la Universidad de Georgetown y la Escuela de Medicina de Yale, donde ha formado a nuevas generaciones de cirujanos de trauma y quemaduras. Además de su labor clínica, el Dr. Fidler fundó la REACH Burn Foundation, una organización dedicada a apoyar a sobrevivientes de quemaduras mediante deportes adaptativos, recursos de recuperación y misiones médicas internacionales.