Era principios de febrero cuando Nathaniel Williams conducía hacia su trabajo en Nuevo México, a pocos kilómetros de El Paso. Sin esperarlo, el joven de 26 años originario de Dallas fue impactado de frente por un tráiler, sufriendo lesiones potencialmente mortales que requirieron su traslado aéreo al University Medical Center of El Paso (UMC), el único Centro de Trauma de Nivel 1 en la región.
Mientras se sometía a múltiples cirugías en el UMC, la familia de Williams viajó de emergencia desde Dallas. Durante una de esas operaciones, Williams comenzó a tener dificultades para respirar, lo que llevó a su intubación inmediata. Aunque esta medida fue temporal, no resultó suficiente, y sus niveles de oxígeno comenzaron a descender.
En ese momento, el equipo de especialistas del UMC decidió utilizar la máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) recién implementada, salvándole la vida.
“Realmente fue cuestión de vida o muerte para él”, dijo Amber Williams, la madre de Nathaniel. “Habría muerto si no hubiera habido ECMO [en el UMC]”, agregó mientras se secaba una lágrima. “Esa máquina hizo todo el trabajo de respiración por él porque no podía hacerlo por sí mismo.”
La ECMO es una forma de soporte vital que permite que los pulmones y el corazón descansen al proporcionar oxígeno y eliminar el dióxido de carbono de la sangre. Se utiliza comúnmente en pacientes con insuficiencia respiratoria o cardíaca grave causada por neumonía, trauma o enfermedades del corazón.
El UMC es el primer y único hospital en la región en ofrecer ECMO, y Williams fue el primer paciente en recibir una segunda oportunidad de vida gracias a este sistema.
La madre de Williams dijo que no dudó en permitir que su hijo fuera el primer paciente en usar el circuito ECMO en el UMC, pues el personal le transmitió confianza y preparación.
“Todos los que trabajaron con el ECMO fueron increíbles; lo que pudo haber sido una experiencia horrible se convirtió en algo realmente positivo para nosotros”, dijo Williams. “El personal fue excelente porque me explicó todo y me dijo que si algo le ocurría a la máquina, tenían otra lista para usar de inmediato.”
El Dr. Leo Mercer, Director Médico Asociado de Trauma en el UMC y Profesor Asociado de Cirugía en Texas Tech University Health Sciences Center El Paso, lidera el equipo de ECMO del hospital. Explicó que el mayor reto para implementar el programa no fue adquirir el equipo, sino formar al equipo humano, establecer los procedimientos y la organización necesarios para poner en marcha el circuito ECMO en cuestión de minutos.
“Como siempre digo, se necesita todo un equipo para lograrlo, y hacerlo de manera segura”, señaló el Dr. Mercer.
Actualmente, el UMC cuenta con más de 20 enfermeros y terapeutas respiratorios capacitados en ECMO para garantizar el más alto nivel de preparación ante emergencias como la de Williams.
“Hemos creado un equipo híbrido, aprovechando nuestros recursos y al personal comprometido que, por haber trabajado tantos años en el UMC, ya cuenta con una sólida formación”, explicó Mercer. “El equipo está tan comprometido con el programa ECMO como con los pacientes en la UCI y aquellos que necesitan terapia respiratoria.”
Al recordar el caso de Williams, el Dr. Mercer expresó orgullo por el trabajo realizado por el personal del UMC, destacando su rápida movilización ante un escenario que enfrentaban por primera vez.
“El paciente no habría sobrevivido si no lo hubiéramos conectado al circuito ECMO en el momento preciso; simplemente no lo habría logrado”
afirmó Mercer.
Williams cumplió 27 años mientras estaba hospitalizado en el UMC y, poco después, pudo regresar a Dallas con su familia para comenzar su rehabilitación, aprendiendo nuevamente a moverse y caminar.
Lo que inicialmente se proyectó para atender a 12 pacientes en su primer año superó todas las expectativas: el programa ya ha salvado la vida de 24 pacientes y sigue creciendo.
Antes de la implementación del programa ECMO en el UMC, los pacientes que no podían ser tratados con ventilación convencional debían ser trasladados al Brooke Army Medical Center en San Antonio, un proceso que tomaba en promedio cinco días debido a los permisos requeridos por las autoridades militares.
En mayo, el UMC comenzó a aceptar pacientes transferidos de otros hospitales para recibir tratamiento con ECMO. Ahora, al acercarse al final del primer año del programa, la necesidad de este servicio en la comunidad es más evidente que nunca. El UMC ya está en proceso de integrar una ambulancia especializada en ECMO, capaz de canular a pacientes críticos en hospitales que no cuentan con esta tecnología que salva vidas.